Todos estamos familiarizados con el término evolución. Cuando estudié ciencias en la universidad, cada materia —biología, botánica, ecología, microbiología— se enseñaba desde la perspectiva evolutiva. En este contexto, evolución se define como la “teoría de que toda la vida se originó a partir de materia no viviente y se desarrolló según la selección natural y la especiación, mientras mutaciones aleatorias producen cambios sin propósito ni diseño durante miles de millones de años” (Baker Compact Dictionary of Theological Terms, 76).

Imagina elementos como oxígeno, hidrógeno, nitrógeno y carbono uniéndose para formar sustancias no vivientes como aire, agua y metales, así como seres vivos como madera, pasto, insectos, aves, elefantes y seres humanos. A nivel imperceptible, ocurrieron cambios por accidente —mutaciones aleatorias en el ADN— que favorecieron la supervivencia de ciertas formas de vida con pequeñas ventajas. Con el tiempo, estas especies desarrollaron características que les permitieron sobrevivir y finalmente produjeron la diversidad actual de seres vivos e inanimados. Lo importante es que, según esta teoría, todo este proceso fue no dirigido y carente de propósito, sin Dios.

¿Qué es la evolución teísta?

La evolución teísta es una variante de la evolución y tiene, por lo menos, dos versiones.

Primera versión:

Define la evolución teísta como “la teoría de que toda la vida se ha desarrollado según procesos evolutivos en los cuales Dios ha intervenido en ocasiones para cumplir sus propósitos. Afirma tanto la acción divina (‘teísta’) como la evolución” (Baker Compact Dictionary of Theological Terms, 77).

La diferencia principal es:

• Evolución naturalista: no hay intervención de Dios.

• Evolución teísta: Dios interviene en ciertos momentos.

Por ejemplo:

Dios creó la materia, pero luego no guió ni intervino en ningún proceso detectable hasta que todos los seres vivos evolucionaron mediante procesos puramente naturales.
(Theistic Evolution, 946)

Segunda versión (BioLogos):

BioLogos afirma que:

Dios crea todos los seres vivos a través de Cristo, incluyendo a los seres humanos, usando procesos naturales diseñados por Él y sostenidos activamente, conocidos por los científicos como “evolución”.

Aquí Dios no solo crea al inicio, sino que continúa supervisando la evolución.

La gran pregunta es:
¿Encaja esto con la Biblia?

La evolución frente a la iglesia

Durante casi toda su historia, la iglesia ha creído que Dios creó todo lo que existe ex nihilo (de la nada), basada especialmente en Génesis 1:1:

“En el principio creó Dios los cielos y la tierra.” (NBLA)

Otros textos también respaldan esta enseñanza.

• Salmo 33:6, 9 (NBLA):

  “Por la palabra del Señor fueron hechos los cielos,
  y todo su ejército por el aliento de su boca…
  Porque Él habló, y fue hecho;
  Él mandó, y todo se confirmó.”

• Hebreos 11:3 (NBLA):

  “Por la fe entendemos que el universo fue preparado por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve no fue hecho de cosas visibles.”

Es decir:
Dios no usó materia preexistente al crear.

La iglesia también ha creído que Dios creó cada tipo de ser: luz, agua, plantas, animales marinos, aves, animales terrestres y, finalmente, al ser humano a su imagen.

La iglesia siempre rechazó procesos aleatorios

Los primeros cristianos rechazaban las teorías que decían que el universo surgió por choques accidentales de “átomos”.

Orígenes escribió:

“Nosotros, los cristianos… agradecemos al Dios que hizo todas estas cosas.”
(Contra Celso, 4.75)

El cambio del siglo XIX

El siglo XIX trajo presión cultural:

• Ataques contra la autoridad bíblica

• Publicación de El origen de las especies de Darwin (1859)

Este nuevo paradigma negaba:

• la creación ex nihilo

• el diseño divino

• la creación especial del ser humano

y comenzó a influir incluso dentro de la iglesia.

¿Creación mediante selección natural?

La iglesia siempre ha afirmado el Credo Niceno:

“Creemos en un solo Dios… Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible e invisible.”

Tomás de Aquino enseñó que solo Dios tiene el poder de crear, y que la creación no posee dentro de sí la capacidad de producir nuevos seres por procesos naturales.

Aceptar la evolución teísta coloca a la persona:

• en oposición al relato bíblico

• fuera de la posición histórica de la iglesia

Porque, aunque creen que Dios creó la materia, no afirman que Él creó cada cosa específica.

El problema con BioLogos

BioLogos enseña:

• Evolución guiada por Dios

• Ancestro común entre especies

Por ejemplo, humanos y chimpancés provendrían de un ancestro común hace 300,000 generaciones.

Pero esta visión:

Niega la creación directa de Dios
Niega el orden de Génesis 1
Niega un Adán y Eva históricos
Contradice la doctrina de la caída

Conclusión

Por todas estas razones, la iglesia debe:

• Mantenerse firme en el relato bíblico de la creación

• Afirmar la creación ex nihilo

• Afirmar que Dios creó cada tipo de ser vivo e inanimado

• Resistir la presión cultural del evolucionismo

Y sobre todo:

Adorar a Dios, el Creador, por su obra intencional y poderosa.